jueves, 29 de mayo de 2008

La Pequeña María (Una Raza Maldita II)

Con sus pequeños ojos
observa al horizonte rojo,
esperando un futuro que
nunca verá llegar.

La pequeña María espera sentada
a la orilla del río, donde alguna vez
en sus aguas pudo nadar, antes
de que la sangre de los ejecutados
tiñeran su suave corriente...
La pequeña María espera sentada
a su hermosa madre que un día partió,
ella prometió que volvería a su lado,
con sus labios secos su frente besó,
quizás pronto volverá...
La pequeña María espera ansiosa
la promesa de aquel gentil hombre en televisión,
quien con palabras dulces ha dicho
que el hambre terminará, y así su estomago
ya no le dolerá...
La pequeña María maldice la cruz
que le observa desde lo alto del templo,
donde se predica el amor por un hombre
que le ha robado la inocencia en un arrebatado
acto de lujuria carnal, aun se pregunta ¿Porque...?
La pequeña María aguarda ansiosa
la explosión de felicidad prometida
efímera y temporal pero sustanciosa,
producto de una inyección en sus venas
y su sangre hirviente.
La pequeña María espera recostada,
ya no es pequeña, su cuerpo y su belleza
crecieron y ya no sueña con nada,
tan solo espera que el próximo
sea mas tierno que el anterior...
La pequeña María llora desconsolada,
pues la esperanza se muere
y sus sueños pasan una dolorosa agonía,
mientras sus brazos sangran y su dulce
boca murmura sus ultimas palabras...