El abuelo

Al abuelo un dia la calaca visitó
Con un tequila en mano le llamó
Pronto pronto, su sombrero en el armario buscó
Y al no encontrarlo a ella le dijo: espera un poco aun no.

Salio corriendo a buscarlo a la sala
Pero se dio cuenta que ahi no se encontraba
Miró hacia la mesa del comedor y ahi estaba
Y se dijo asi mismo: ahi esta lo que tanto buscaba.

Ataviado con sus ropas sueltas y sujeto de la calaca
Esta bella dama lo llevó hasta su cama
Botella en mano y baraja en su bolsa
Lo llevo a dar la vuelta en ese tren que tanto amaba.

Y asi partió el abuelo, con una sonrisa en su rostro
Bebió, jugó y se rio con tanto gozo,
Al lado de aquella catrina vestida de negro reboso
Nos dijo: hasta siempre, en su viaje sin retorno

Poema Tragico

El poeta que no escribe nada,

suspira al aire sus sueños rotos

que desperdicia en un mar de

fantasías sin principio ni final...

El poeta trágico no escribe nada

que le haga llenar ese vacío 

en el dulce deseo que su musa dejó,

tan muerta como los besos

que un día le entregó...

El poeta que no escribe nada

se pierde en una cruzada mental

buscando lo que no quiere encontrar

y encontrando lo que no quiere sentir.

Un trágico final...

Un beso negado...

Una amante sin caricias...

Un amor embustero...

siempre el final mas cruel 

que un corazón pueda soportar

y disfraza su dolor con el dolor

de otros que lo ven pasar...

El poeta que no escribe nada

se pierde con su ángel de las alas rotas

sentados en un rinconcito del infierno

donde solos pueden conversar...

Ese poeta en el fracaso

ya no escribe lo que antes podía

sus musas finalmente perecieron

en una masacre intelectual...

Este poeta de quien hablo

sin darse cuenta ha escrito el poema mas trágico,

aquel que ha escrito no con tinta y papel

si no con su propia sangre y por lienzo

a utilizado las paredes de su alma...

Aquel poema azul, de lineas agridulces

que ve reír en los brazos de otro

y se resigna a nada mas que observar

y mantenerse del otro lado de ese abismo

que el mismo procreó...

Una Canción Para Sofia

(Ago `2012)

Con un trozo de papel, entablé este largo viaje

donde pretendí escribirte una canción,

En tu azul profundo me perdì, buscando una mueca de amor

y tu sonrisa me engañó, intenté guardarla en la eternidad.

El tiempo de nuevo se hizo poco y la vida parecía excesiva,

agitando mi mano en el aire busqué de nuevo una sonrisa

y con un desprecio puro me decias "quédate" o al menos

eso quise creer, y en un beso rechazado asesinaste mi felicidad…

Esa misma que alimenté con tu imagen congelada y una

esperanza firme como un ancla en un naufragio que 

se resiste a perderse en el oleaje… 

De nuevo me encerré en mi habitación, e intenté escribirte

esta canción, bitácora de recuerdos. Las letras fluyeron

para formar un verso y terminó en prosa, una canción sin

forma ni literaria ni artistica, pero hecha para ti… 

Quise escribirte la mejor canción y solo me salió una oración,

plegaria blasfema de mi adoración por ti… Rasgué las cuerdas

de mi guitarra y no encontré ninguna nota, cuerda tras cuerda 

me sonó a tu voz y guiado por ella volví a rogar un beso tuyo, 

por el cual sangré mi orgullo derramado en un lienzo blanco, pero al final te volviste 

y sonreíste para mi… En ese instante morí, amé, lloré, grité, sufrí y después

nació una nueva canción, una canción para Sofia...

Hoy (un dia como tantos otros...)

Hoy me apetece morir un poco, solo un poco
sentir el cielo golpeando mi cabeza
y el infierno a mis pies. Morir a medias y volver...

A veces quisiera morir un poco, lentamente
sangrar hasta que el dolor me cause placer
y la realidad se vuelva nada. Simplemente realidad...

Y que Lucifer me invite a beber una copa de tinto
tan amargo como el pensamiento y tan mortal como el amor
que alguna vez despreciamos y dejamos atrás...

Y verte sonreír al verme agonizar, servirme un trago mas
y brindar por lo ingratos que somos, y llorar sin sentir
y volar sin elevarnos, dejarlo todo atrás...

Que la euforia me domine la sangre, ser breve al besarte
y dejarte ir mientras yo muero lentamente.
Y que los demonios me arrastren a su cielo personal,
donde nunca más habrá que esperar...

Hoy me apetece morir un poco, solo un poco
sentir el cielo golpeando mi cabeza
y el infierno a mis pies. Morir a medias y volver...