lunes, 28 de abril de 2008

Un Beso

Un beso en tu piel, como un rasguño en el alma.
Siente lentamente su peligroso recorrido, a través
de todos tus sentidos. Cierra tus ojos si así lo deseas,
pero entonces no podrás ver lo que mis ojos quieren gritar.

No más lágrimas, cariño, que ensucian tus mejillas
del negro color del maquillaje, y parten tu piel como dos
trozos de papel que pierden su humedad. No digas nada
si no quieres, nunca te pediré que me abras tu alma.

A veces el dolor se vuelve uno solo con nuestro sentir
y te abraza como nadie jamás lo a echo nunca, entonces
te pierdes en su ardiente oscuridad y te dejas arrastrar
hasta lo mas profundo de tu agonía, y le terminas amando...

Un beso en tu piel, como un rasguño en el alma.
abriendo un camino que no viste jamás y que no volverá...

sábado, 5 de abril de 2008

Tus Labios Muertos

Entras despacio a la creciente oscuridad
en esta habitación deshabitada y roída
por el tiempo pasante que no da tregua a
los demás.
Te posas frente al enorme espejo que tiempo
atrás te regalo tu abuela. Te contemplas en él,
tu rostro inmaculado y perfecto que se va
terminando.
No todo ha salido como deseabas, lo se,
pero no puedes hacer nada para evitarlo, mi amor,
tu has decidido el camino por el que haz
caminado siempre.
Pero ahora... tan sumida en tu mundo de vanidad
no te das cuenta quien te observa desde el otro lado,
mis ojos se posan sobre tu cuerpo, al igual
que lo haces tu misma, no necesito decirte lo
hermosa que te encuentras este día, con tu vestido
rojo y tus sandalias de piel. Tan bonita, tan vulgar...
Pero en un instante dejas al espejo a un lado,
levantando polvo al girar, y te lanzas a mis brazos.
Con ternura acaricio tus cabellos, beso tu frente
y hago saber cuanto te amo. Tus lágrimas corren
de inmediato por tus mejillas, las borro con mis dedos.
Te hago falsas promesas al oído, pues no sabes lo
que pasará. Noto que te sientes bien, protegida y
reconfortada... aun poseo ese efecto.
De pronto, una caricia helada penetra tus entrañas,
nada parecido a mis brazos, pero igual de mortales,
con un dolor agudo que te destroza, te aferras a mi
cuerpo y tus rodillas pierden firmeza.
Otra caricia más, o beso más y tus labios
se tornan carmín. Recuesto tu cuerpo en el polvoso
suelo de madera, aun sostengo tu cabeza.
Lentamente te recito a tu oído lo que no quieres
escuchar, lo que sabes y te niegas a creer:
“Si, es verdad... estas muriendo, lentamente tu sangre
esta llenando tus pulmones, pierdes el aire ¿Duele?
No te preocupes tanto, pronto solo sentirás sueño y
poco después todo habrá terminado.
No te esfuerces, no gastes lo que te queda de vida
resistiendo, no ganaras nada con ello.”
Giro tu rostro hacia la gran ventana al otro lado de
la habitación, donde la luna llena brilla en el cielo.
No quisiera que mi rostro fuese lo ultimo que vieras.
Tu cuerpo poco a poco pierde su vida, esa vida
que he arrancado con mis manos...
Por ultimo, planto un beso lento y con ternura
en tus labios muertos...

Es Verdad

Es verdad que evito tu mirada
a toda costa, por no perderme
en su infinita ternura, que prefiero
arrancarme los ojos con mi uñas
y masticarlos hasta no dejar rastro
de tu reflejo en ellos.
Es verdad que me siento solo en
medio de esta multitud, llena
de entes hipócritas, sueños rotos
y morales encontradas, donde
se apuñalan los unos a los otros
en intencionada traición.
Es verdad que mi corazón late al ritmo
de tus pasos al acercarte a mi,
el filo de una navaja en mi bolsillo
espera nerviosa, tan nerviosa y peligrosa que es,
para acariciar ese objeto
de deseos y falsos anhelos.
Es verdad que te amo... ahora por favor
vete y cierra la puerta antes de salir...