martes, 19 de octubre de 2010

Pesadillas, dulces pesadillas... (el amanecer de un diario en insomnio)

Mexico DF, 2010... 00:24

Hay noches tan simples como cualquier otra, sin ninguna importancia por delante, más que una voz saliendo de la bocina de un pequeño dispositivo, inerte pero con tanta vida dentro que resulta contradictorio.

Dulces pesadillas son aquellas que surgen del intento vano de calmar tu mente, de destrozar todo aquello que te hace pensar como nunca haz pensado, tan distinto en todo que un giro de 360º te parece insuficiente, cuando requieres más... y la física y las matemáticas no dan más de lo que ya han dado hasta hoy. Esta noche mi mente se nubla en tormenta, una sensación extraña y difícil de comprender, noticias mal venidas y poco solicitadas, pero imposibles de evitar.

Más sin embargo y a pesar de todo; de los comprimidos desastrosos con sus nobles efectos, del liquido transparente más amado por este pobre servidor, mi mente se mantiene sobria y luchando contra todo y nada, contra lo que pretende apagarla y contra lo que la mantiene viva y en esta constante charla personal. Porque llamarla una terrible pesadilla si un destello azul al fondo de todo es lo que la hace dulce y nunca lo comprendí hasta que tuve este deseo inmenso por comprender de donde viene ese destello del que hablo.

Dulces pesadillas que se albergan en un espacio pequeñito, singular, simple e inalcanzable. La verdadera pregunta surge ahora ¿para que apagarlas si las deseo más que cualquier sueño? si son ellas las que a veces te hacen sentir vivo, y vaya que esta vida no es mas que un dolor constante e irrefutable, de lo contrario, estarías muerto. y si estuviese muerto, no podría llegar cada vez a esa lucecita diminuta al final del camino, donde los esfuerzos y los desvelos toman forma...

Y si al final de una conversación te deseo que tus sueños sean tan dulces como mis pesadillas, no es porque tus sueños sean algo diminuto, es simplemente porque ellos no te harán sentir tan vivo como mis pesadillas lo consigues conmigo... un poco de serotonina consciente o inconsciente, no hace mal...

Es por eso que termino esto deseando que tus sueños sean tan dulces como lo son mi pesadillas...

Para ti, mi “blueberry pie”... que desde lejos deseo que lo que sientes, sea pasajero y pueda verte sonreír pronto, con ese destello azul en tu rostro, cuando este ser con pretensiones de libertad se vuelvan a encadenar a ti...tanto como se lo permitas

domingo, 17 de octubre de 2010

El final... (ecos de la mente)

MEX, 2010...

Hace algunos días tuve una reunión bastante amena y esperada con un amigo, donde las palabras deliraban en el aire, tan espesas como el humo de los puros que quemábamos en esos momentos y tan adictivas como el aire que se respiraba, un ambiente relajado y simplista, sin mas que hacer que denotar nuestro ocio.

Debo confesar que en esas pocas horas me quedé con tantas ideas sublimes en la mente para redactar algo, es una lastima, amigo mío, que yo sea tan mal redactor, de lo contrario tendría una pila inmensa de buenos cuentos y poemas... en fin, sin mas aburrimiento a la vista, solo quiero compartir lo que en ese momento nació como un eco mas...

El final de tus días, creo yo, idealizado debe ser el resultado o la consecuencia de tu propia vida, quizá con algún acto desinteresado de redención, más sin embargo debes asumir la responsabilidad de tus actos sin tregua ni cuartel...