miércoles, 7 de septiembre de 2011

Mientras Mentías

Tan solo, te lo dije por el auricular
y así me sentí, solo en la penumbra,
sin soñar y sin pensar, te lo dije y respondiste:
“Estoy contigo, no importa que...”
Yo lo supe en ese momento
que por no hacerme sentir peor,
simplemente me mentías...
Y te adoré aún más, adoré
la forma en que ocultabas la verdad
pues no quise saber nada mas...
Busqué un refugio en tu voz,
en tu cálida voz, pero no me pude quedar
sentí el rechazo hacia mi,
tu tan lejana, yo tan mundano,
como a mitad de una tormenta
me quedé...
Lastimo mis manos cuando me pregunto
si esto será el final, grito al viento
cuando nadie me escucha, vuelvo
a golpear la pared y ni siquiera apareces...
De nuevo pregunté: ¿a caso me haz olvidado, amor?
de nuevo respondiste: ¡No!
Y en ese instante supe que mentías,
pero no lo quise ver... Te adoré mientras
mentías, te adoré mientras quería
morderte los labios una vez mas...
Sentí un espacio entre los dos,
yo buscaba tu mirada, tu perdías
la mía, traté de abrazarte pero fue demasiado
y me hiciste a un lado, de nuevo me mentías...
A caso tu piel encontró otros besos,
otros brazos, no lo se...
Resignado ya en el final,
me atreví a preguntar: ¿alguna vez
me amaste de verdad? y antes de contestar
te pedí que no dijeras nada, pues
en tus ojos vi que mentirías una vez más...

sábado, 3 de septiembre de 2011

Silencio

Villahermosa '11

Y al silencio le sucedió el insomnio,
envuelto de una nube gris, mil ideas,
mil pensamientos, como kamikazes se estrellaban
en mi cabeza, pensé lo mejor, pensé lo peor,
y aun así te deseé a mi lado aun que no estuvieras.
Me senté en el suelo y me puse a reír,
después quise llorar, pero nada ocurría, el silencio
me rodeaba como un depredador en la obscuridad.
Al silencio lo igualó la sensación de la soledad,
esa mentirosa amante que siempre adoré
pero que un día tu la hiciste desaparecer,
y yo tan lejos, la he vuelto a sentir...
Y de ti solo recibí un silencio mortal,
tan desquiciante como cuando por primera vez
vi tus lagrimas correr...
Y la página en blanco se volvió un lienzo
linea tras linea sin sentido alguno, pero cada
palabra hablaba de ti, gritándome de nuevo
que a esta musa no la podría dejar...
Deseé tenerte, luego deseé asfixiarte,
no me decidía pues el silencio me rodeaba
aun más, me gritaba y no lo escuchaba, fue entonces
que apareció tu sonrisa dibujada en el ordenador,
inerte, fría, a la vez sincera, no lo pude entender...
Y al silencio le sucedió el insomnio pero nunca
escuché tu voz...
Alfinal di un salto de lo hermoso a lo vulgar...

La Pagina en Blanco

VSA `2011

Este sindrome que a todos nos envuelve...