jueves, 31 de julio de 2008

La Hora Escarlata (Introducción)

La seducción del Vampiro...

Sus lágrimas llenan mi alma de dolor. Lo siento así aun que hace tiempo que la perdí. Pero todo cambiará esta noche. Su rostro perlado se ilumina con la luz de las velas que nos rodean y sus llamas que danzan por efecto del viento que sopla desde afuera través de las diminutas ventanas. El ambiente perfecto para esperar la hora escarlata.
Más sollozos.
Una botella llena de vino posa sensual para ella. ¡Bebe! mi dulce dama, bebe y abre tu mente para mí. Solo esta noche, esta noche que he guardado para ti. Mi amante silenciosa. Llenaré una copa, para que masturbes tus sentidos con sus efectos.
Mi sed, no se puede apagar con una simple copa de ese líquido sagrado. Ni siquiera con un cargamento entero lograrías saciarme. Necesito más que eso para conseguirlo, necesito beber del vino que corre por tus venas, necesito succionar tu vida con mi boca. Acariciar tu piel, desgarrar tus sueños y huir de la mortal luz del sol naciente.

Embriagaos…
Embriagaos de placer, de dolor, de lo que apetezcas…

Bridget, la mujer dentro del cuerpo de una niña que apenas conoce el duro sendero de la vida. Su cuerpo tembloroso, sobre el suelo de madera. Sus tersas manos de alargados dedos enroscados sobre su pecho. Y sus piernas ¡Ha que hermosura! En otro tiempo hubiese podido poseerla sin remordimiento en mi conciencia. Pero ahora, ahora no. Solo puedo deleitar mis ojos mirándola, contemplándola como a una diosa de porcelana.

“Por favor no! No me hagas daño” me suplicas. Tu mirada me hiere; ella me odia. Sin duda lo hace, pero yo la amo.
“Deja de llorar de esa manera, no temas a lo que vendrá” he llenado la copa casi hasta el tope, la extiendo hacia ella entre mis dedos. “bebe un poco” Una risilla sale de mí. Temblorosa, toma la copa sin dejar de mirar mis uñas, alargadas y afiladas “esta noche escucharas algo que quizás nunca te contaron, que el cobarde de tu padre no se atrevió a decir”
Silencio.

“Solo uno de los dos volverá a despertar al amanecer” he vuelto a decir “tu y yo… Mañana, solo quedará uno” sus lágrimas se vuelven más abundantes, la muerte esta presente, puede olerlo con su débil olfato mortal.
“Le ruego me deje ir! Por favor! ¿Yo que le he hecho?” vuelve a decir. Su miedo me excita, siento la necesidad de besarla. De tomarla entre mis brazos y apretar sus delicados pechos contra mi cuerpo.
Ahora estoy tan cerca de ella que puedo oler el delicioso aroma de su cuerpo; aun tiembla al verme y trata de alejarse pero la pared a sus espaldas se lo impide. Mis labios rozan su cuello y sus hombros mientras ella es presa de las sensaciones carnales que no puede evitar. La miro directamente a los ojos y trato de proyectar tranquilidad. De hipnotizarla.
Ya no tiembla, ha comenzado a beber el vino de la copa.
“¿Q-Quien eres?” finalmente pregunta. Aun permanezco muy cerca de su cuello. A esta distancia su pulso retumba en mis oídos. Un leve gemido sale de su boca y su mano toca lentamente mi mejilla. Pasando su brazo alrededor de mi cuello me atrae hacia ella. ¿Quiere que la posea? No lo se, pero esta tan excitada como yo.
¡Basta!!! Tengo que detenerme.
“Esta noche soy tu amante” ella se aleja de mi despacio cuando digo estas palabras. Me mira con una mezcla de deseo y temor. Ella sabe que es lo que le sucede. “hay algo que me encantaría compartir contigo, solo esta noche…”

No hay comentarios: